Las concepciones espaciales segĂșn Sigfried Giedion
- Adriana Lorenzo
- 22 jun 2021
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En este ensayo trataremos con las concepciones del espacio arquitectĂłnico segĂșn Sigfried Giedion, las cuales constan en tres divisiones especĂficas que transcurren desde la antigĂŒedad hasta nuestros dĂas. AdemĂĄs, el anĂĄlisis de estas concepciones nos acerca al entendimiento de la arquitectura misma.
Primero, debemos comprender qué es la arquitectura. Para esto, nos serviremos de la definición dada por la Real Academia Española, la cual considera a la arquitectura como Arte de proyectar y construir edificios. También, incluye cinco tipos de arquitectura posibles, en las que considera lo civil, la hidråulica, lo militar, lo naval y lo religioso.[1] Esto quiere decir que la arquitectura participa en todos los aspectos de nuestra vida, ya que ella nos facilita nuestra relación con el mundo.
Esta relaciĂłn entre el hombre y lo arquitectĂłnico se da a travĂ©s del espacio. Esto se debe a que el hombre crea una relaciĂłn psĂquica con el mismo y es el que permite la ubicaciĂłn de objetos tridimensionales.[2] En pocas palabras, el espacio es necesario para el desenvolvimiento de la vida cotidiana.[3]
Giedion, antes de adentrarse en la división de las concepciones del espacio, nos explica qué es el espacio, lo cual facilita el estudio del cual es objeto nuestro trabajo. Para él, el hombre sólo conoce el espacio de manera instintiva, a pesar de que nos relacionamos diariamente con él. Esto se debe a que es intangible, y sólo la presencia de la luz es la que nos produce la sensación de su existencia. Ademås, recalca que su esencia estå dentro de la interacción de los objetos que le componen.[4]
El espacio, al ser un concepto tan ambiguo, ya que es intangible pero existente, ha sido objeto de estudio tanto para la fĂsica, la filosofĂa e incluso por las artes (a partir del renacimiento) segĂșn Giedion.[5] A pesar de esto, la aproximaciĂłn que nos da este autor es de manera histĂłrica, porque las tres concepciones que plantea tienen que ver con cĂłmo se ha percibido el espacio en distintas Ă©pocas.[6]
Dicho esto, pasaremos a tratar la primera concepciĂłn del espacio, la cual consiste segĂșn Giedion en la arquitectura como volĂșmenes de espacios radiales.[7] Esto quiere decir que se daba importancia al volumen de las estructuras y la interacciĂłn entre ellas, con esto nos referimos a que la importancia se encuentra en el exterior del edificio.
Esta primera concepciĂłn se dio durante los inicios de la civilizaciĂłn hasta los griegos, quienes daban importancia al aspecto fĂsico del edificio, ya que era la parte con la cual se relacionaban las personas que participaban en estas sociedades. Esto se debe a que no todos tenĂan accesos a las tumbas de los faraones (en el caso de los egipcios) o de los templos (en el caso de los griegos). Esto resulta en que la luz no incidĂa en el interior de los edificios, por lo cual, el espacio nunca puede ser percibido por el ojo humano.[8]
Otro aspecto importante es que durante la Ă©poca en la que se dio la primera concepciĂłn del espacio, especĂficamente en Grecia, los edificios son agrupados libremente en el espacio en el que se puede construir, lo que tambiĂ©n lleva a esa percepciĂłn de volĂșmenes que se suele tener en este tipo de arquitectura. Aunque, esta agrupaciĂłn tambiĂ©n tiene que estar basada en un diseño armĂłnico para que sea agradable a la vista.[9]
El espacio, al ser un concepto, tambiĂ©n estĂĄ sujeto a las lĂneas de pensamiento que existen en determinada Ă©poca, por lo tanto, para los griegos, la ubicaciĂłn de los espacios tambiĂ©n tenĂa que ver con una relaciĂłn con la naturaleza. Con esto, Giedion quiere decir, que los griegos llenaban de significado a los distintos elementos naturales, por lo que un monte o una gruta pueden ser la morada de un dios especĂfico. El espacio es legitimado por una aproximaciĂłn psĂquica o religiosa.[10]
Finalmente, tenemos que durante la primera concepciĂłn del espacio, surgieron las salas hipĂłstilas, las cuales, consistĂan en una sala en la que el techo estaba sostenido por columnas. Estas tambiĂ©n creaban volumen dentro de la sala, lo cual no la hacĂa muy amigable para el trĂĄnsito de personas, pero si tenĂa un efecto visual.[11]
Ahora pasaremos a hablar sobre la segunda concepciĂłn del espacio, la cual se dio a partir del imperio romano. SegĂșn Giedion, esta diferenciaciĂłn se da a partir de una nueva aproximaciĂłn al espacio, donde lo interior ahora es privilegiado.
Una de las razones por la cual el espacio interior predominĂł a partir de esta Ă©poca es por la invenciĂłn de nuevos materiales y mĂ©todos de construcciĂłn, lo cual permitiĂł crear nuevas formas que permitĂan una relaciĂłn mĂĄs directa con el hombre.[12]
SegĂșn Giedion, el apogeo de la segunda concepciĂłn del espacio se dio gracias a las grandes cĂșpulas construidas durante el imperio romano, en las que lo decorativo se vio privilegiado, ya que a travĂ©s de las imĂĄgenes se podĂa transmitir al pueblo los grandes poderes y capacidades de sus gobernantes. El espacio fue usado como un medio simbĂłlico para la propagaciĂłn de ideas.[13]
Si tomamos esto en cuenta, nos daremos cuenta que el espacio tenĂa que abrirse hacia las masas, ya que para que estos mensajes surtieran efecto, necesitaban de alguien que los observara. Es por esto que tambiĂ©n se construyeron tantos edificios pĂșblicos, ya que eran necesarios para contener a la sociedad de la Ă©poca y atraerlos hacia un determinado fin polĂtico.[14]
Otro elemento de importancia en esta segunda concepción, es que al dejar de dar importancia al volumen del espacio, la misma configuración de las ciudades cambió. Por lo tanto, los edificios dejaron de agruparse para crear un efecto visual, sino que se comenzó a diseñar en base de una ordenación simétrica. Por lo tanto, las mismas ciudades cambiaron y se convirtieron en algo mås amigable para grandes sociedades.[15]
Dicho esto, podemos concluir que salas como las hipĂłstilas dejaron de tener vigencia, ya que la columna no permitĂa apreciar a la decoraciĂłn interna. Esto no quiere decir que se haya abandonado el uso de Ă©sta, sino que sus aplicaciones eran completamente distintas, ya que mĂĄs que elemento decorativo, la columna servĂa para fines constructivos.[16]
Finalmente tenemos la tercera concepciĂłn del espacio, la cual sĂłlo abarca el siglo XX. Por esta cercanĂa con la Ă©poca, el vislumbrar el uso de los elementos arquitectĂłnicos resulta un tanto complicado, ya que no tenemos una perspectiva lo suficientemente amplia como para juzgar determinadas obras arquitectĂłnicas.[17]
A pesar de esto, el espacio ha sido analizado por diferentes movimientos vanguardistas, como los cubistas, quienes lo basaron en el principio de la superficie plana, y mĂĄs adelante, otros artistas realizaron nuevos anĂĄlisis sobre el espacio.[18]
Sin embargo, podemos concluir que en la tercera concepciĂłn del espacio hay una fusiĂłn entre el volumen y el espacio interior, o al menos eso es lo que considera Giedion.[19] De hecho, este autor relaciona a la arquitectura con la escultura, ya que esta Ășltima logra irradiar un espacio a su alrededor, el cual lo convierte en algo propio y perteneciente a la misma obra.[20]
Actualmente, podrĂamos considerar a la arquitectura como una obra plĂĄstica, ya que el urbanismo actual da libertad a los diseñadores para crear grandes âesculturasâ capaces de contener algo, con esto nos referimos a edificios. Es por esto que aparecen diseños que incluso podrĂan llegar a parecer descabellados, pero que efectivamente son obras arquitectĂłnicas. Sin embargo, este modo de representaciĂłn, hace que se cree un espacio nuevo, que le circunda, a travĂ©s del volumen del edificio.[21]
TambiĂ©n tenemos que el uso de nuevos materiales, como el acero o el vidrio, tambiĂ©n permiten una conexiĂłn entre lo interior y lo exterior, por lo tanto, tenemos casos en los que ambos espacios se unen y conviven sin ningĂșn problema.[22]
Giedion, aparte de nombrar estas tres concepciones del espacio, tambiĂ©n determina que entre las dos primeras concepciones existiĂł un fenĂłmeno de tradiciĂłn dado en Malta, en el que la forma circular se vio privilegiada, y que de alguna manera explicarĂa la apariciĂłn y el uso indiscriminado de la cĂșpula durante el imperio romano y otras sociedades posteriores.
Malta resulta un lugar un poco intrigante, ya que desde la edad de bronce, esta cultura anticipĂł la formaciĂłn de espacios interiores.[23] Obviamente, este fenĂłmeno estuvo dado mucho antes de la apariciĂłn de la antigua Roma, pero la curiosidad bĂĄsicamente radica en que estos edificios se dieron justamente dentro de una sociedad en la que lo predominaba la creaciĂłn escultĂłrica.
SegĂșn Giedion, este anticipo se da ya que ellos no tenĂan ningĂșn interĂ©s en la creaciĂłn de volĂșmenes, ya que los templos eran rodeados por un simple muro, pero en el interior, se colocaban montĂculos y todo el recinto era adornado con tierra u otros elementos.[24]
Otro elemento muy particular es que los templos malteses, o sus restos, evidencian el uso de bóvedas y cåmaras semicirculares. Y como recordaremos, estos elementos no reaparecen sino hasta la arquitectura romana. También, tenemos que la misma organización interior del templo corresponde con una organización simétrica y axial, lo cual resulta bastante extraño, considerando que las culturas inmediatamente posteriores no usaron este tipo de trazado.[25]
Como pudimos ver, Malta resulta una extrañeza en el medio del mediterrĂĄneo, sin embargo, vemos como contiene elementos de dos Ă©pocas los cuales no se verĂĄn enlazados sino hasta nuestros dĂas.
Para concluir, tenemos que las concepciones del espacio, a pesar de ser intangibles, sĂ afectan nuestra vida, y a su vez, nuestras concepciones sobre el mundo tambiĂ©n le afectan. Por lo tanto, tenemos que la relaciĂłn espacio â hombre es recĂproca, y un elemento es necesario para la existencia del otro. Por esto, podemos intuir que a pesar de que cada concepciĂłn tiene una vigencia por un largo perĂodo, mientras exista el hombre, seguirĂĄn apareciendo otros modos de representaciĂłn en los que se verĂĄn nuevas relaciones entre volĂșmenes y espacios.
[1] El concepto Arquitectura fue tomado del diccionario de la Real Academia Española, versiĂłn online. Real Academia Española, http://www.rae.es(Ășltimo acceso: 8 de Octubre de 2009) [2] Cf. Giedion, Sigfried. El Presente Eterno, tomo II, p.467. [3] Rudolf Arnheim, en su libro The dynamics of architectural form, nos presenta dos maneras de concebir el espacio. La primera, la cual es accesible a todo ser humano, es ver al espacio como una entidad contenedora finita o infinita, un vehĂculo capaz de ser llenado con cosas. La segunda concepciĂłn estĂĄ sĂłlo de la mano de psicĂłlogos, artistas, etc. quienes son los que confrontan este tĂ©rmino. De hecho, para poder explicar a quĂ© se refiere el espacio, cita a PlatĂłn, quien lo determina como la madre y receptĂĄculo de todo lo creado, lo visible y sensible de cualquier forma. [4] Cf. IbĂdem. [5] VĂ©ase Op.cit. pp. 468 â 490. [6] Giedion hace un divisiĂłn tripartita de la concepciĂłn del espacio, mĂĄs hay otros autores como Pierre von Meiss, que toma al espacio como referencia para nuestra existencia, por lo tanto, Ă©l lo divide en las siguientes categorĂas: espacio religioso y espacio secular, espacio personal y espacio colectivo, espacio natural y espacio citadino, entre otros. (VĂ©ase Elements of architecture: from form to place, p.135). [7] S. Giedion, La arquitectura, fenĂłmeno de transiciĂłn: las tres edades del espacio en arquitectura, p. 4. [8] Cf. El presente eterno, tomo II, p. 492. [9] Cf. La arquitectura, fenĂłmeno de transiciĂłn: las tres edades del espacio en arquitectura, p. 12 [10] Cf. Op.cit, p. 11. [11] Cf. Op.cit, p. 19 â 25. [12] Cf. Op.cit, p. 85. [13] Cf. S. Giedion, El presente eterno, tomo II, p. 492 â 493. [14] Cf. La arquitectura, fenĂłmeno de transiciĂłn: las tres edades del espacio en arquitectura, p. 89. [15] Cf. Op.cit, p. 91. [16] Cf. Op.cit, p. 25. [17] Para Christian Norberg â Schulz, la comprensiĂłn de la existencia de un movimiento moderno con una ideologĂa y un fin concreto es lo que permite el acercamiento al estudio de la arquitectura del siglo XX. (VĂ©ase: Los principios de la arquitectura moderna, p. 13). [18] Cf. S. Giedion, Op.cit, p. 324. [19] VĂ©ase Op.cit, p. 325. A pesar de la claridad de Giedion sobre la conjunciĂłn del volumen y la forma, hay autores que segĂșn Christian Norberg â Schulz, consideran que la modernidad no tiene un fin especĂfico y que no hay ninguna relaciĂłn entre las construcciones. Ăl desmiente esto, ya que para Ă©l si existe un fin en comĂșn que permite la existencia de la arquitectura moderna. (VĂ©ase: C. Norberg â Schulz, Op.cit, p. 13). [20] Cf. Op.cit, p. 325. Pierre von Meiss tambiĂ©n hace una referencia a este espacio que irradia la escultura o la arquitectura, ya que al entrar en contacto Ă©ste, comenzamos a experimentar el espacio. AdemĂĄs, nos dice que esta capacidad para irradiar estĂĄ Ăntimamente relacionada con el tamaño, la naturaleza y el contexto del objeto. (VĂ©ase: Elements of architecture: from form to place, p. 93). [21] Cf. Op.cit, p. 325 â 326. [22] Cf. Op.cit, p. 326. Esta uniĂłn del espacio se puede ver claramente en la actitud de la sociedad actual, en la que muchas veces, una visiĂłn del espacio exterior (vista) es privilegiado sobre una mera decoraciĂłn interior. [23] Cf. Op.cit, p. 26. [24] Cf. Op.cit, p. 29 â 30. [25] Cf. Op.cit, p. 34 â 45.
BibliografĂa:
· Arnheim, Rudolf. The dynamics of architectural form. Londres: University of California Press, 1977.
· Giedion, Sigfried. El presente eterno. Madrid: Alianza Forma, 1981 - 1985.
· â. La arquitectura, fenĂłmeno de transiciĂłn: las tres edades del espacio en arquitectura. Barcelona: Gustavo Gilli, 1975.
· Meiss, Pierre von. Elements of architecture: from form to place. Nueva York: E & FN Spon, 1990.
· Schulz, Christian Norberg -. Los principios de la arquitectura moderna. Barcelona: Reverté, 2005.
Nota de la autora:
Este es un ensayo escrito para la asignatura Elementos de ExpresiĂłn Visual II, de la Escuela de Artes, menciĂłn Artes PlĂĄsticas de la Universidad Central de Venezuela, Caracas.
Nos reservamos todos los derechos de reproducciĂłn parcial o total de este trabajo. Cualquier uso de este texto sin la correcta cita se considerarĂĄ como una infracciĂłn a los derechos de autor.
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